El caso de Belén es el caso de una chica argentina que lleva 8 meses encarcelada en una celda de una cárcel Tucumana por acusaciones infundadas, según las cuales Belén se practicó un aborto el 21 de marzo del 2014, día en el que acudió al hospital con una hemorragia vaginal intensa. El aborto en Argentina más perseguido que nunca.
Parece mentira como todavía, en algunos países, se siga criminalizando a la mujer en relación con sus derechos. El mundo todavía ejerce un trato cruel y degradante a la mujer, como lo demuestra el caso de Belén en San Miguel de Tucumán, Argentina. Ella llegó el 21 de marzo del 2014 al hospital Avellaneda de esta ciudad con una hemorragia vaginal intensa. Acompañada por su madre, ya que no podía mantenerse en pie, fue en busca de ayuda, pues las contracciones cada vez eran más dolorosas. Belén estaba cursando la semana 20 del embarazo, pero ella no lo sabía. Lo que ocurría es que estaba sufriendo un aborto espontáneo.
En el hospital, un médico la acusó de haberse practicado a ella misma el aborto, y a pesar de que no existan pruebas ni testigos que comprueben el delito que se le impuso, se le condenó a ocho años de cárcel por «homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía».
Ahora, Belén se encuentra aislada en una celda, con la etiqueta social de «asesina». Podría parecer una historia de película, pues es inadmisible e inimaginable que esto pueda estar sucediendo hoy en día. Sin embargo, el caso de Belén no es algo aislado, sino que muchos otros se producen de forma habitual en todo el mundo.
Incluso en el juicio nadie creyó el testimonio de Belén, que asegura no ser conocedora de su embarazo y no haberse practicado un aborto. Pero la cruda realidad es que la sociedad y los gobiernos continúan teniendo un pensamiento retrógrado, cruel y contrario a los derechos humanos.
El caso de Belén y su situación judicial
Belén ha estado en prisión preventiva durante más de dos años. Sin embargo, el fiscal ha modificado la acusación por la de homicidio agravado por el vínculo y alevosía, que incrementa la pena a 25 años de prisión.
El 19 de abril se condenó a Belén a ocho años de cárcel, por un delito ante el que no hay pruebas de que haya cometido.
Cuando el caso se conoció, la Amnistía Internacional Argentina empezó a involucrarse e inició una campaña para reunir firmas para su liberación, teniendo en cuenta que la joven «se encuentra en extrema situación de riesgo y sus derechos han sido vulnerados injustamente».
No existen sólo personas que criminalizan a la mujer, también hay colectivos que luchan por la liberación de Belén y a favor de la legalidad del aborto en Argentina
Gracias a las acciones de la Amnistía Internacional Argentina y por dar a conocer el caso, familiares y ONG han denunciado el caso y piden que se libere a la joven. Estos movimientos se llevan dando desde abril, mes en el cual se realizaron manifestaciones y se difundieron comunicados por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
La ONG fue aún más adelante contra la justicia tucumana: «Como cualquier paciente, toda mujer que llega con un aborto en curso o que tiene un aborto, sea provocado o espontáneo, está protegida por la confidencialidad de la relación profesional de la salud-paciente. Sin embargo en el caso de Belén algunos profesionales de la salud decidieron usar esa relación para violentarla y denunciarla a la policía. Médicos la interrogaron como si fueran jueces, enfermeras le acercaron en una caja el feto y personal de policía la insultó y degradó revisando sus partes íntimas», acusaron.
Este comunicado fue compartido en las redes sociales por casi 2 mil usuarios. «Oficina de la Mujer» también se sumó y mostró su indignación ante el triste caso de Belén.
Situación del aborto en Argentina
El aborto en Argentina es legal sólo en dos casos: por violación o cuando la vida de la mujer corre peligro. Esta ley sigue igual desde 1921 y no se ha cambiado en absoluto, a pesar de ser Argentina uno de los países de Latinoamérica donde más abortos clandestinos ocurren.
El caso de Belén sería un caso claro de aborto espontáneo, en el que además su vida corría peligro de no terminarlo ni llevarlo a cabo por el personal sanitario. En lugar de darle esa asistencia, Belén recibió un trato completamente vejatorio, injusto y rastrero.
Ojalá pronto se consiga la liberación de Belén y la criminalización a todos aquellos que van en contra de los derechos de la mujer y que ejercen un gran daño contra ellas, porque son esas personas las que de verdad están cometiendo un crimen contra de los derechos humanos y de la mujer.