Me llamo Mónica y soy de Morelia, Michoacán; tengo 29 años y soy mamá de 3 hijos. Mi primer hijo lo tuve muy jovencita, con 19 años. Nos casamos con 18 años. Mi esposo tiene un buen trabajo, aunque apenas disfruto de su compañía, ya que pasa muchas horas en la oficina. Yo sin embargo soy ama de casa, me dedico a la crianza de mis tres hijos y mi trabajo es llevar mi hogar.
Con tres hijos mi vida es muy ajetreada. Cada día es una historia nueva. Disfruto mucho con ellos y ellos conmigo; aunque es muy trabajoso velar por el bienestar de todos…en ocasiones hasta descuido el mío propio. No me queda mucho tiempo de ocio; pero intento dedicar un tiempo para mí a diario; me gusta escuchar música, leer novelas históricas, y visitar mis redes sociales; es la manera de contactar con la realidad que me rodea, saber de mis amistades y noticias interesantes.
Ver crecer a mis hijos y ver que están sanos y son felices hace que me sienta orgullosa de mi labor como mamá. Es una experiencia muy bonita y enriquecedora. Un proyecto de vida. En un futuro me gustaría ver a mis hijos licenciados y con un buen trabajo. Yo me ocupo de que así sea, y mi marido y yo los educamos para que tengan interés y se esfuercen para tener un buen futuro.
Les voy a contar mi historia. Hace dos meses aproximadamente se nos rompió el condón mientras manteníamos relaciones. Pensamos en ese momento que no suponía mucho riesgo y nos olvidamos del tema. Fue más adelante cuando no me bajaba la regla y decidí hacerme un test de embarazo casero. Dio positivo…
Mi decisión…
Mi marido y yo nos agobiamos. No esperábamos otro embarazo, ni lo habíamos planificado ni queríamos tener más hijos. Nos pusimos a pensar en los pros y en los contras de volver a ser padres, y llegamos a la conclusión de que no era posible, sobre todo por motivos económicos: apenas nos llega para ahorrar y lo poco que podemos, es para que nuestros tres hijos puedan ir a la universidad. Cubrimos básicamente los gastos de la casa, la comida y llevamos muchos años sin permitirnos viajar. Vamos, que otro hijo era imposible con nuestras condiciones. Fue una decisión muy meditada.
Fue entonces cuando ambos nos pusimos a buscar por internet cómo interrumpir el embarazo y en qué condiciones. En nuestro primer rastreo encontramos una página donde encontramos toda la información que necesitábamos: clinicas-aborto.com.mx
Leímos acerca de los métodos de aborto, acerca de la legislación en México acerca del aborto, y fue entonces cuando nos enteramos que sólo es legal abortar de manera libre en Distrito Federal hasta las 12 semanas, es decir, que en mi estado, Michoacán, es ilegal abortar. Y empezamos a planificar entonces nuestro viaje al DF. Queríamos que fuera breve, algo así como el fin de semana, aprovechando que mi marido no trabaja, y poder dejar a los niños con mis padres. Para nosotros era importante no pasar fuera de casa mucho tiempo. Y vimos que las clínicas ILE ofrecen servicios también en fin de semana. Así que empezamos a calcular cuánto íbamos a gastar, entre el viaje en autobús, interrupción del embarazo, y pasar dos noches en un hostal no muy caro…
Cómo encontré una clínica de aborto cercana a la Central de Poniente
Lo primero fue localizar una clínica cercana. Y esto también pudimos gestionarlo a través de del sitio clinicas-aborto.com.mx tienen un localizador para encontrar clinicas de aborto cerca de las centrales camioneras. Como veníamos desde Morelia, nos correspondía la Central Camionera de Poniente; y la clínica más cercana era Fundación Naiset.
Así que llamamos a la Fundación Naiset y nos dieron una atención telefónica muy buena, abren los fines de semana. Concertamos cita para ese mismo fin de semana y compramos los boletos de autobús, que nos salió en total ida y vuelta por unos $ 1700 entre los dos. Después buscamos alojamiento y encontramos un hostal próximo a la Central de Poniente, llamado Hotel Atlántico, que nos salió por $ 400 la noche.
Llegó el viernes y tomamos el bus, tardamos unas 4 horas en llegar, y lo primero que hicimos fue ir al hostal, dejar nuestras maletas, tomar un taxi e irnos a la clínica. Ya en la clínica me realizaron un chequeo, aseguraron el tiempo de embarazo. Estaba de 4 semanas y mi analítica fue normal. Me explicaron muy bien las técnicas de interrupción de embarazo, y opté por el aborto con pastillas, ya que estaba de 4 semanas y era viable. Fijamos cita para el día siguiente temprano acudir a la clínica. Al día siguiente tomé la pastilla en la clínica, con supervisión médica, y me explicaron los posibles efectos secundarios y todo lo relacionado con este método. Me dijeron que acudiera a la clínica al día siguiente para la segunda toma del medicamento. Permanecimos en la clínica unas 3 horas tras la toma para mantenerme en observación.
Todo fue bien. No hubo complicaciones. Ese día volvimos a casa por la noche. Fue un viaje cansado. Tuve sangrado durante 7 días más o menos, y dolor parecido al dolor menstrual. A los 15 días volví a la clínica para hacerme otro chequeo y verificar que estaba todo correcto.
El aborto farmacológico me costó alrededor de $ 1.500. En total gastamos alrededor de $ 5.000 sumando todos los gastos, viaje, hostal, clínica, comidas, etc. En México las cosas son así. Hay que viajar al DF para poder abortar de forma legal, no queria arriesgarme a ir a una clinica clandestina; diré que en todo momento intentan hacernos la estancia lo más agradable posible, que no tuve ningún problema; y que en todo momento me he sentido arropada.