Soy una mujer de provincias, procedente de Guerrero, que opté por la interrupción legal del embarazo. Tuve que viajar al DF para abortar, ya que es el único estado donde está permitido, y por consejo de una buena amiga, elegí la clínica Ecofem para hacerlo.
Tomé la decisión de abortar en un momento muy duro de mi vida. Tengo casi 30 años, y tomar esta decisión no fue fácil, ni mucho menos agradable. Pude saber después que hay muchas mujeres en mi misma situación, y no me sentí tan sola, pero la presión social frente a la interrupción del embarazo es tan grande, que la decisión que tomas es aún más difícil.
Nadie tiene derecho a opinar de las circunstancias personales que llevan a una mujer a tomar tal decisión. Mi embarazo no llegó de una forma deseada ni planeada. Llegó en el peor momento, y por ello comencé a planear mi viaje al DF a realizarme la interrupción legal del embarazo.
Por consejo de una buena amiga, la que me apoyó de manera incondicional y dejó su vida unos días para acompañarme, pude leer acerca de la clínica Ecofem mediante esta web, y pude ver qué servicios presta, fotos de las instalaciones y teléfonos para agendar una cita. Esta clínica me la recomendó mi amiga, ya que tiene otra amiga que interrumpió su embarazo allí, y quedó muy satisfecha con el trato recibido.
Así que una vez localicé la clínica y agendé una cita inmediata, nos pusimos a planear el viaje al DF mi amiga y yo. Tomamos un vuelo la semana siguiente, y encontramos un hostal cercano a la clínica por $ 400 cada noche.
Una vez llegué a la clínica, me agradó el trato que te dan los profesionales, muy familiares y cercanos. Te hacen sentir que no estás siendo juzgada, sino todo lo contrario, muestran su comprensión y lo único que les importa es tu bienestar. Yo llegué con una gran losa, y enseguida me sentí arropada, por lo que el proceso no fue tan duro como lo pensaba. Una vez me explicaron las técnicas y el procedimiento de la interrupción legal del embarazo, opté por el método quirúrgico, por ser más rápido y menos doloroso. Ya me había operado antes y sabía lo que era la anestesia, así que no tenía ningún miedo con respecto a eso.
Ese día descansé bien en el hostal, más tranquila, sabía que estaba en buenas manos y que todo iba a ir bien y podría seguir con mi vida enseguida. Llegué a la clínica al día siguiente a realizarme la intervención. Fue todo muy rápido, desperté de la anestesia y me recibieron muy agradables, no sentía dolor ni molestias. Permanecimos unas horas más allí y después nos fuimos a descansar al hostal. Al día siguiente volví a la clínica para comprobar que todo estaba correcto, y tras las recomendaciones de los profesionales, finalmente opté por ponerme un anticonceptivo de implante.
Quedé muy satisfecha, tanto con la intervención, como con el asesoramiento sobre la anticoncepción. Ahora puedo estar más tranquila llevando el implante, y he retomado mi vida con mucha fuerza y muy rápidamente. Fue una decisión dura, pero que tenía que tomar. Agradezco a la Clínica Ecofem el trato y la profesionalidad con la que trabajan.