De acuerdo con un análisis de la base de datos del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida (Censida) en los últimos 8 años el número de casos de VIH entre jóvenes casi se ha triplicado. Entre los factores se encuentra que los y las jóvenes le han perdido el miedo a la epidemia.
Tan sólo en 2018, se reportaron seis mil 274 contagios en personas de entre 15 y 24 años, un 284 por ciento más en comparación con el 2010, alertó el especialista y experto Javier Báez-Villaseñor, ex funcionario del Consejo Nacional para la Prevención y el Control del Sida.
De acuerdo a datos de CENSIDA el grupo de jóvenes de entre 20 y 39 años, considerados la generación millennial, representan el 66.6% de los casos de VIH en México. Mientras que el 35 por ciento no saben que son portadores del virus.
Según el funcionario esto puede responder a varios factores, uno de ellos es que la población juvenil le ha perdido el miedo a la enfermedad, pues mientras antes contraerla era sinónimo de muerte, actualmente, se puede acceder a tratamientos médicos que proporciona el gobierno y se puede vivir muchos años con una buena calidad de vida. Lo cual ha ocasionado que ya no se sienta tanto miedo al respecto.
¿Se ha perdido el miedo al SIDA?
También señaló que los jóvenes llevan a cabo prácticas de riesgo movidos por su curiosidad y su deseo de explorar. Refirió que se creen inmortales, razón por la cual a su parecer ha generado que se disparen nuevamente las cifras en el contagio de este virus.
México ha tenido logros al reducir el contagio de VIH por vía sanguínea, sin embargo, el gran reto sigue siendo el contagio sexual, pues la población no utiliza preservativos para protegerse. El especialista señaló que hace falta una educación sexual adecuada para los jóvenes, sobre todo porque cada vez comienzan su vida sexual a una edad más temprana. Normalmente, la educación sexual comienza después de los 15 años, cuando muchos de ellos ya iniciaron su vida sexual.
Es importante reconocer que las madres y padres de familia, así como el profesorado no han sido los más acertados para promover la educación sexual. Muchos de ellos carecen de información adecuada y objetiva y tampoco han podido generar una buena comunicación con las y los adolescentes.
El exfuncionario también señaló que el aumento en el consumo de alcohol y otras drogas puede ser un factor del aumento en el contagio del virus, pues algunas veces las y los jóvenes llevan a cabo prácticas de riesgo que no cometerían de no ser por el influjo de estas sustancias.

La educación sobre salud sexual falla en México
Además, hay que reconocer que existen condicionantes sociales que agravan la situación. No podemos olvidar que aún hay parte de la población joven en México no tiene acceso a medios de comunicación y a internet. No en todos los estados se abordan estos temas con aperturas y tampoco toman en cuenta las diversidades culturales, por ejemplo, hay muy pocos recursos para concientizar a la población en lenguas indígenas.
Es muy importante que las autoridades en materia de salud y educación reconozcan que están fallando en sus iniciativas de educación sexual. Es necesario que desarrollen nuevas estrategias para concientizar a la juventud sobre el alcance de las prácticas de riesgo y las implicaciones del contagio de VIH SIDA.