Los TDS o trastornos del desarrollo sexual, engloban a todas aquellas anomalías genéticas, cromosómicas, o genitales, en las que el sexo de una persona no está claro. Actualmente adoptan la terminología «Desarrollo Sexual Diferente«, o «Diferencias en el Desarrollo Sexual«, para eliminar la palabra «trastorno» y evitar la estigmatización del colectivo.
Las Diferencias del Desarrollo Sexual nada tienen que ver con los trastornos parafílicos, pues mientras los primeros son afecciones genéticas (físicas), los segundos son trastornos psicológicos o mentales. Tampoco tienen que ver con las disfunciones sexuales.
En este artículo te explicamos cuáles son los principales trastornos del desarrollo sexual, cuál es su abordaje médico, y cómo influyen en la identidad de género de las personas que los padecen.
¿Es niña o niño? ¿Qué es un trastorno del desarrollo sexual?
En el momento del nacimiento, o incluso durante el embarazo mediante las ecografías correspondientes, la respuesta de si es niña o niño suele ser evidente. Sin embargo, en ocasiones esta pregunta puede ser difícil de responder por el especialista.
La OMS indica que el 1% de la población mundial es intersexual. Es decir, 1 de cada 2000 personas nace con una anomalía de género o con una afección en su desarrollo sexual.
Existen 3 niveles de diferenciación sexual en los seres humanos: el gonadal, el cromosómico, o el genital. Las anomalías surgidas en cualquiera de estos niveles (o en todos), son los llamados Trastornos del Desarrollo Sexual. Existen, por tanto, varios tipos de TDS, y algunos de ellos pueden dar lugar a un estado intersexual.
Tipos de TDS y su abordaje médico:

Las diferencias en el desarrollo sexual abarcan una amplia tipología. Según la «Guía de Actuación en las Anomalías de la Diferenciación Sexual (ADS)», de la Asociación Española de Pediatría, las alteraciones pueden ocurrir en estos niveles:
- Alteraciones cromosómicas: tener uno o varios cromosomas de más o de menos, provocando diferentes síndromes como el ovotesticular, de Turner, etc.
- Anomalías en el desarrollo gonadal: afecciones en las gónadas masculinas o femeninas (testículos y ovarios), que impiden su funcionamiento normal de producción de hormonas.
- Alteraciones en el desarrollo genital: deficiencias, malformaciones, o anomalías en el aparato reproductor masculino y femenino, provocadas por una mala regulación o ausencia hormonal.
Estos desajustes se suelen detectar en el momento del nacimiento, primera infancia, infancia, o en la adolescencia. El abordaje médico de todos los casos requiere de atención multidisciplinar, compuesta por especialistas pedriáticos en endocrinología, cirugía, urología, ginecología, psicología, psiquiatría, genética, y trabajo social.
El objetivo es apoyar la óptima salud sexual de los pacientes. En algunos casos se requiere de cirugía y/o tratamientos hormonales, y otros únicamente precisan apoyo psicosocial, dependiendo de la causa o características del TDS. En caso de proceder a la cirugía, se recomienda en la medida de lo posible, esperar hasta que la persona tenga la suficiente madurez para comprender y estar de acuerdo con el procedimiento.
Esta atención también requiere del trabajo coordinado con las familias, para guiar a padres y madres para trabajar la educación sexual en casa, y apoyar a su hijo/a en todo el proceso y ayudar a su correcto desarrollo psicosocial.
¿Es lo mismo ser intersexual que tener un Trastorno del Desarrollo Sexual?

Aunque estén relacionados, no tienen por qué ser lo mismo. Ser intersexual es, efectivamente, haber nacido con ambigüedad sexual. Son todas aquellas personas que quedan fuera del binario femenino/ masculino.
Tener un TDS no tiene por qué comportar un estado intersexual. Hay muchas personas que presentan anomalías genitales, pero sus caracteres se identifican claramente con un sexo determinado.
Es decir, muchas personas que tienen un TDS se identifican rotundamente con el sexo masculino o con el sexo femenino, quedando fuera de la intersexualidad.
Tampoco los TDS son sinónimo de transexualidad o transgénero

La identidad de género se refiere a si nos identificamos, o no, con el sexo que nos asignaron al nacer. Las personas transexuales o transgénero se identifican con el sexo opuesto al que les fue asignado (personas que nacieron varones y se sienten mujeres/ personas que nacieron mujeres y se sienten varones).
Cuando una persona nace con un TDS donde presenta caracteres de los dos sexos, suele tener un sexo asignado al nacer. Este sexo puede o no coincidir con su identidad de género. Otra cosa diferente, es que desee corregir quirúrgicamente parte de esas anomalías para asemejarse más con el sexo con el que se identifica.
Un ensayo clínico del Centro de Cirugía de Mínimo Acceso (La Habana, Cuba), muestra la descripción de un caso de TDS ovotesticular realizado a un varón de 20 años. Esta persona precisó de un procedimiento quirúrgico y hormonal para que sus caracteres genitales coincidieran con su sexo psicológico (o identidad de género).
Estas intervenciones pueden asemejarse a los cambios de sexo que solicitan las personas trans. No obstante, mientras que las cirugías a personas transexuales comportan una transformación total del sexo, las intervenciones quirúrgicas realizadas en algunos TDS se dedican solo a aquellos aspectos que presentan anomalías o distrofias en el género.
Todas las personas desarrollamos una identidad de género determinada, tengamos TDS o no

Es decir, con qué sexo nos identificamos es un aspecto psicológico, de definición de nuestro «yo». Esto es independiente a haber nacido con un trastorno del desarrollo sexual. Sin embargo, la imposición de asignar un sexo determinado al nacimiento, muchas veces puede causar daños en la identidad de género a las personas con un TDS.
Existen casos de niños que se sienten varones que han sido criados o tratados como niñas (por presentar esa ambigüedad sexual). Igualmente, hay niñas que han sido tratadas como niños. Incluso hay casos donde se les han administrado tratamientos hormonales desde muy pequeños, en contra de su voluntad y de su identidad de género.
Uno de los errores más comunes que se ha cometido contra las personas con TDS es tomar la decisión de tratarles conforme el sexo opuesto al que realmente sienten que pertenecen. Por suerte, ya es más común dejar que sea la persona la que vaya desarrollando por sí misma su propio yo, que decida cuál es su identidad sexual. Y a esto ha ayudado mucho la teoría queer y el movimiento LGTBIQ, para normalizar y visibilizar las diferentes sexuales y promover la igualdad de oportunidades de estos colectivos.
Las diferencias de género socialmente impuestas pueden dañar a las personas con TDS

Haber nacido con anomalías en el desarrollo sexual puede comportar malestares psicosociales, casi siempre relacionados con el tratamiento que van a recibir en sus entornos sociales y educativos. La sociedad sigue imponiendo modelos de género diferenciales para hombres y mujeres, y esto causa discriminaciones y perjuicios para las personas que no forman parte del binario hombre/ mujer.
Un niño o una niña con diferencias en su desarrollo sexual, es muy vulnerable a sufrir varias de las formas de acoso escolar más comunes. Los centros educativos siguen siendo entornos donde se reproducen los estereotipos de género, al igual que en el resto de espacios sociales.
Por ello es de vital importancia impartir educación sexual integral al alumnado, una materia que promueve el respeto a la diversidad y la normalización de las diferentes sexualidades. A través de nuestro proyecto aliado Educasex Academy, garantizamos esta materia en los centros educativos de México. Se trata de un programa sin ánimo de lucro que cumple este fin social tan necesario en nuestro país.
No confundas los TDS con los trastornos parafílicos. Nada tienen que ver

Las parafilias son patrones de comportamiento sexual que ocurren en algunas personas, cuya fuente de placer se encuentra en objetos o actividades distintas de las relaciones sexuales convencionales. Se dice que una persona tiene un trastorno parafílico cuando esas fantasías, pulsiones o comportamientos sexuales, le incapacitan para llevar a cabo una vida normal.
Las pulsiones sexuales de las personas con parafilias van dirigidas hacia objetos (fetichismo, pigmalionismo, etc.), situaciones concretas; y en algunos casos perpetrarlas constituye un delito. Es el caso de la pedofilia (atracción sexual hacia niños/as), trastorno que forma parte del grupo de la «cronofilia», que engloba las parafilias dirigidas a grupos de edad que no coinciden con la edad del individuo, y que además, quedan fuera de las relaciones consentidas.
Otras parafilias pueden poner en peligro a las personas que las padecen. Por ejemplo, la «hibristofilia» es el deseo de mantener relaciones con personas peligrosas o criminales. En resumen, son patrones sexuales atípicos, que pueden ocurrir por diversas causas, y que implican malestar psicológico, ya que estos trastornos impiden llevar a cabo una vida sexual sana, consentida, y responsable.
Tampoco las disfunciones sexuales forman parte de los TDS
Las disfunciones sexuales son aquellos trastornos de naturaleza psicológica o fisiológica, que impiden o dificultan a las personas mantener relaciones sexuales. Se generan en las etapas de la respuesta sexual humana (excitación, meseta, orgasmo, o resolución).
En los hombres, las disfunciones más comunes son la impotencia o la eyaculación precoz, y en las mujeres son los problemas de excitación, la dispareunia, o la anaorgasmia.
Las personas con TDS no tienen por qué padecer disfunciones sexuales a lo largo de su vida sexual. No son aspectos que vayan de la mano, ni son causa-efecto.
Debemos eliminar falsas creencias saber diferencias todos estos términos

A lo largo de este post hemos hecho un repaso por los Trastornos del Desarrollo Sexual, y los hemos diferenciado de los conceptos de identidad de género, o intersexualidad. Además, hemos tratado de eliminar estigmas y evitar cualquier tipo de relación de los TDS con las parafilias o las disfunciones sexuales.
Es importante que aprendamos a diferenciar todos estos términos para comprender la sexualidad humana en todas sus vertientes y dimensiones. En nuestra web no solo nos dedicamos a trabajar el área más sanitaria de la sexualidad, sino que nuestra labor también es didáctica. Esperamos que te haya sido interesante y te invitamos a visitar más de nuestros contenidos.