Miles de personas, muchas de ellas con pañuelos verdes, marcharon en Santiago para reclamar la implementación del aborto libre en todo el país, al mismo tiempo que declararon insuficiente la ley actual que solo lo permite a nivel terapéutico.
El pasado miércoles 25 de julio, las calles de Santiago, la capital chilena, se tiñeron de pañuelos verdes que demandaban la implementación total del aborto libre en su país.
Más de 50 mil personas recorrieron las principales avenidas con pancartas, carteles y música, solicitando la interrupción legal de embarazo de manera libre, gratuita y segura, además de declarar que la ley actual es insuficiente, ya que solo permite el aborto terapéutico (también llamado inducido o indirecto), es decir, cuando los motivos son exclusivamente médicos. Por lo general se practican estos abortos para prevenir el deterioro del estado de salud de la mujer embarazada o incluso su fallecimiento.
Los manifestantes llevaban pañuelos verdes alrededor del cuello o rostro, replicando las acciones de las marchas en Argentina. La pañoleta chilena, usada y masificada en el país vecino que ahora espera la decisión del Senado en cuanto a este tema, tiene el lema estampado “con tres causales no alcanza” y la imagen de dos mujeres con el torso desnudo. Una de ellas lleva una bandera que contiene la frase “aborto ya”, mientras la segunda mujer levanta su puño izquierdo.
El debate sobre el aborto en Argentina, y ahora en Chile, ha abierto los ojos a otros países latinoamericanos a revisar la situación del aborto en sus propios territorios y a comenzar campañas a favor de la legalización de la interrupción del embarazo.
¿Cómo se encuentra la legislación del aborto en Chile?
Durante los años de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973 a 1990) el aborto estuvo penalizado en todas sus formas. Luego de 26 años, en 2015, la entonces presidenta Michelle Bachelet envió un proyecto de ley para despenalizarlo con tres causales: en caso de inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la mujer y por embarazos producto de una violación.
La ley de despenalización del aborto en Chile, la cual tardó dos años y medio en su trámite en el Congreso, entró en vigencia en diciembre de 2017.
La lucha por un aborto libre, legal, seguro y gratuito
Las organizaciones proaborto y un sinfín de colectivos feministas aseguran que estas tres causales no son suficientes, ya que estas “solo cubren el 3% de todos los casos de aborto en Chile y hay un 97% de mujeres que abortan en clandestinidad y bajo riesgo”, según explicó Macarena Castañeda, representante de la coordinadora Feministas en Lucha, uno de los movimientos que convocó esta manifestación.
De acuerdo con datos oficiales del gobierno chileno, en el país se registran anualmente 30 mil abortos provocados o espontáneos.
Es por todas estas razones que el movimiento a favor de la legalización del aborto, conformado por integrantes, profesores, sindicatos e incluso un grupo de parlamentarios, buscan presentar un nuevo proyecto de ley que regule la interrupción legal del embarazo, independientemente de las tres causas que ya están aprobadas, con un límite de 14 semanas de gestación.

El senador del Partido por la Democracia (PPD), Guido Girardi, afirmó que el proyecto busca que una mujer “nunca pueda ser condenada a la cárcel por tomar la decisión de interrumpir su embarazo”.
Agresiones durante la marcha
Tres mujeres fueron apuñaladas y un comandante de Carabineros resultaron heridos en esta manifestación pacífica por la legalización del aborto en Santiago.
La agresión se registró luego de que terminara la protesta, en donde se registraron barricadas que obstruían el paso.
Asimismo, la Coordinadora Feminista 8M afirmó, desde su cuenta de Twitter, que otras manifestantes fueron golpeadas por personas encapuchadas. Por ese medio afirmaron que no aceptarán los actos de odio dentro de las manifestaciones y en ningún otro espacio, así como afirmaron que van a dar con el paradero de quienes las violentan.