¿Conoces la ley del aborto de Chile? A más de un año y medio de la despenalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Chile, tanto los procedimientos para realizarla como la legislación en general, siguen siendo materia desconocida y ajena para gran parte de la ciudadanía.
Existe una importante brecha en torno a la promoción del derecho que actualmente tienen las mujeres que presenten un embarazo dentro de alguna de las tres causales despenalizadas, las que muchas veces comienzan a informarse de éste al mismo tiempo que enfrentan la crisis que les puede ocasionar el conocer el diagnóstico de un embarazo inviable o que pone en riesgo su propia vida.
Peor aún es el panorama cuando se trata de un embarazo producto de violación, el cual presenta plazos en las semanas de gestación para realizar el procedimiento, delimitados a 14 semanas para menores de 14 años y 12 semanas para mujeres que superan esa edad. ¿Cómo se puede asegurar el acceso si, en muchos casos, las mujeres desconocen su derecho y los plazos que presenta?
La falta de información sobre el aborto es un problema en Chile
Por otra parte, no sólo el desconocimiento y la falta de información existente, dificultan el acceso de las mujeres a su derecho de decidir sobre la interrupción de su embarazo; también los mitos y prejuicios acerca de ello, son un factor con que los equipos de salud que intervienen en esta área se ven enfrentados día a día en las primeras atenciones a una gestante en esta situación. Por esta razón, intentaré en este artículo aclarar algunas de las dudas más comunes presentadas por las mujeres ante la posibilidad de una IVE.
Una idea que recurrentemente es asociada al procedimiento de aborto médico, es que éste implica dolor en el embrión o feto, o incluso que éste será aspirado y despedazado.
¿Cuándo un feto comienza a sentir dolor?
Si bien es difícil saber a ciencia cierta el punto exacto en que un feto comienza a sentir dolor, en uno de los diversos artículos consultados, el doctor Jorge Carvajal, gineco-obstetra de la División de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Católica de Chile, y especialista en medicina materno fetal señala que “el concepto más frecuentemente expresado en el ámbito científico es que los fetos son capaces de sentir dolor desde las 26 semanas en adelante”(1).
Esto se explica ya que el cerebro no está suficientemente desarrollado para ello antes de eso. Cabe agregar que, el procedimiento de Aspiración Manual Endouterina (AMEU), sólo se realiza en embarazos menores a 12 semanas de gestación, quedando un amplio margen entre ambas puntos de referencia. Para interrupciones de embarazos con mayor avance, los métodos serán farmacológicos o bien, adelanto de parto vía vaginal o cesárea según corresponda.
Por otra parte, las mujeres que se acojan a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo no están obligadas a abortar, la legislación otorga el derecho a decidir qué alternativa tomar y no podrán ser presionadas de ninguna forma a optar por una u otra.

Poder abortar en Chile es ofrecer libertad y derechos a las mujeres
En este sentido, las opciones varían según el caso, pero en general, pueden decidir si interrumpen la gestación o continúan el embarazo hasta el término, ya sea que esto signifique un aborto espontaneo o resolución natural; un nacimiento con posibilidad de entregar al recién nacido en adopción; o bien, un nacimiento prematuro o de término con sobrevida del hijo/a. En cada caso, se entregará a la mujer la mejor atención de salud que se requiera, incluyendo apoyo psicosocial si ella así lo decide.
¿El aborto es doloroso? ¿Hay riesgos?
Otra de las dudas más comunes que refieren las mujeres previó a la decisión o al procedimiento para la IVE con pastillas o quirúrgico, dice relación con que sienten temor a los riesgos de éste y/o el dolor que les puede ocasionar. Respecto a ello cabe señalar que, si bien cualquier procedimiento médico puede tener algún grado de riesgo, en general, si no existen condiciones propias de la salud de la gestante que los aumenten, estos son escasos ya que se realiza bajo supervisión de profesionales capacitados y con todos los resguardos necesarios.
Además, cualquiera sea el procedimiento que recomiende el especialista gineco-obstetra, la mujer puede consultar acerca del uso de analgesia que le ayude a lidiar con el dolor que eventualmente pudiera sentir y solicitarla según sea el caso. Cabe señalar que los riesgos reales asociados al aborto, se dan cuando éste se realiza de forma clandestina e insegura, muchas veces con medicamentos falsos adquiridos en el mercado negro.
¿El padre tiene algún derecho de decisión sobre el aborto?
En algunos casos, existe la creencia de que el progenitor debe “autorizar” a la mujer para decidir respecto a la posibilidad de interrumpir el embarazo. Esto no es así. Si bien se respeta el que la gestante que se encuentra en una relación de pareja, quiera tomar la decisión en conjunto con éste, es un derecho exclusivo de la mujer y la Ley sólo exige la autorización de un tercero cuando exista un representante legal, ya sea por ser menor de 14 años o por encontrarse interdicta judicialmente. Cabe señalar que en adolescente de más de 14 años y menores de 18, la decisión sigue siendo de ella, debiéndose solo informar al adulto responsable.
¿Y si me arrepiento tras abortar?
Para finalizar, uno de los mitos más comunes que estigmatizan la decisión de abortar, es que todas las mujeres se arrepienten después de interrumpir su embarazo o experimentan culpa respecto a su decisión.
En este sentido, lo cierto es que cada mujer vive el proceso de forma distinta y la mayoría, experimenta un periodo de duelo por la pérdida de su hijo/a que no puedo nacer, como cualquier otra madre lo viviría, sin que necesariamente sea un duelo patológico pudiendo incorporar adecuadamente dicha experiencia a su historia de vida a corto o mediano plazo, sobre todo cuando es acompañada terapéuticamente en el tránsito por el dolor emocional. Incluso existen casos, en que la decisión a la larga les genera alivio o puede ser vista como una oportunidad de retomar planes que habían debido postergar en el contexto de una maternidad futura.