Una de las principales preocupaciones que tenemos cuando practicamos relaciones sexuales es podernos contagiar de una infección de transmisión sexual o enfermedad venérea. Aunque estas enfermedades pueden darse tanto en mujeres como en hombres, en este artículo os vamos a hablar de las más comunes que afectan a las mujeres.
Aunque los contagios de VIH/SIDA estén descendiendo en la población, existen otras enfermedades de transmisión sexual que al contrario del SIDA, están aumentando, sobre todo en jóvenes. Esto puede deberse a que el uso de anticonceptivos hormonales ha provocado que la gente no utilice el preservativo, que es el único método capaz de frenar y evitar que una infección entre en nuestro organismo a través del sexo.
Por ello, aunque utilicemos algún método hormonal como el DIU, el implante o las pastillas anticonceptivas, lo mejor es combinarlo con el condón para evitar las ETS.
Es muy importante estar alerta de los síntomas y reconocerlos a tiempo para acudir a una consulta médica y realizarnos un examen para detectar una venérea en nuestro cuerpo antes de que provoque riesgos graves en nuestra salud. Consulta en nuestras clínicas ginecológicas donde realizan exámenes para diagnosticar y tratar las ETS en México.
¿Cómo se detectan las enfermedades venéreas femeninas? ¿Qué síntomas tienen?
Así, los síntomas o signos con los que debemos realizarnos un examen médico inmediato son:
- Picor, ardor o comezón en la vagina
- Flujo vaginal de color amarillento, verdoso o marrón, y de olor fuerte.
- Dolor al practicar relaciones sexuales
- Heridas, úlceras o verrugas en los órganos genitales
- Dolor de vientre acompañado de alguno de los síntomas anteriores
- Otros síntomas, como fiebre, malestar, cansancio, dolor en las articulaciones o erupciones en la piel también pueden deberse a una ETS. Éstos se dan en la hepatitis o en estados avanzados de VIH.
También es muy común que algunas de las venéreas no provoquen síntomas ningunos y no notemos que nos hayamos contagiado. Por esto recomendamos que no esperes a tener síntomas, pues podrías tener una ETS sin saberlo; así que lo mejor es que te hagas pruebas regulares en una consulta ginecológica (una vez al año es lo recomendable) para descartar, entre otras, estas 5 enfermedades venéreas más comunes en mujeres:

Clamidia – Tratamiento, causas y síntomas:
Está provocada por una bacteria, lo que significa que se cura con antibióticos. Pero es importante detectarla a tiempo para eliminarla bien del organismo con la medicación, ya que a largo plazo puede provocar infertilidad. Ten cuidado, porque a la Clamidia la llaman ‘la infección silenciosa’ porque en un 80% de los casos no presenta síntomas, así que con regularidad solicita a tu doctor/a una citología.
En el caso de presentar síntomas, los más comunes son flujo vaginal inusual, dolor al orinar y al practicar sexo, picor o ardor en los genitales, y sangrado entre periodos menstruales.
Gonorrea – Síntomas, causas y tratamiento:
Al igual que la clamidia, está provocada por una bacteria. Se detecta más fácil en hombres que en mujeres porque no suele presentar síntomas, por ello es importante realizarte revisiones frecuentes y poderla diagnosticar con un examen. Si no se trata a tiempo, también puede provocar infertilidad y propagarse por la sangre y las articulaciones.
Si presenta síntomas, los más comunes son dolor al orinar, flujo amarillento o verdoso, o sangre entre periodos. Se cura con antibióticos y se recomienda no tener relaciones mientras dure el tratamiento.
Como todas las venéreas, la única forma de prevenirla es utilizando siempre condón en el sexo vaginal, anal u oral, y tomar otras precauciones como no compartir juguetes sexuales.
Herpes genital femenino:
Es una infección causada por un virus, por lo que no tiene cura. Una persona que tenga herpes tiene que usar preservativo durante toda su vida para no infectar a otras personas y extremar la higiene para no pasar el herpes a otras zonas del cuerpo. Los síntomas comenzarán con picores o quemazones en el área genital, donde aparecerán pequeños granitos rojos que luego se transforman en llagas. También puede sentirse dolor en los glúteos, piernas o genitales.
El virus es más contagioso antes o después de la aparición de los granos y llagas, que será el momento de acudir a consulta para que observen el herpes y puedan diagnosticarlo.
Aunque no tenga cura, existen medicamentos antivirales que pueden recetarte para reducir los brotes en el cuerpo de esta infección, por lo que es muy importante que te pongas en tratamiento enseguida.

Virus del Papiloma Humano (VPH):
Al ser un virus tampoco tiene manera de eliminarse del organismo, pero es importante detectarlo a tiempo para que no provoque lesiones en el aparato reproductor que puedan originar el cáncer de cuello de útero. Con su detección podrán controlar el virus mediante revisiones frecuentes y otros tratamientos.
Existen muchos tipos de VPH, la mayoría de ellos no presentan síntomas, y otros provocan las llamadas ‘verrugas genitales’, que tienen un aspecto de manchas de color carne elevadas o en forma de coliflor y pueden aparecer en la zona externa o interna de la vagina. Acude inmediatamente a una clínica si aparecen las verrugas en tus genitales para que te realicen las pruebas y puedan detectar el VPH en tu cuerpo.
La buena noticia es que existen la vacuna contra el virus del papiloma humano, que protege frente a varios tipos y es muy efectiva. Incluso se recomienda para personas que ya tienen el virus en su cuerpo, ya que puede controlar que no provoquen daños. Las personas que han sido diagnosticadas de VPH deben usar condón en todas sus relaciones sexuales para no contagiarlo a sus parejas.
Tricomoniasis – ¿cómo se contrae?:
Está causada por un parásito y provoca síntomas alrededor de un mes después de haber sido contagiada. Los más frecuentes son dolor al orinar, flujo vaginal amarillento o verdoso y olor fuerte, picores y molestias en las relaciones sexuales. Si notas algún síntoma, acude cuanto antes a consulta para ponerte en tratamiento con antibióticos y eliminar el parásito del cuerpo.
Aunque éstas sean las enfermedades venéreas más comunes en mujeres, hay otras más que has de tener en cuenta, como el VIH o la sífilis. Para prevenir todas ellas, te recordamos que el único método capaz de hacerlo es el condón, tanto si tienes sexo vaginal, anal u oral. Además, realizarte pruebas regulares ayudará a controlar que estás sana, lo que significa también prevenirlas.
Otros consejos que puede servirte son tener una buena higiene corporal y sobretodo en la zona íntima, así como platicar con tu pareja/s sobre este tema, especialmente si cualquiera de los dos tiene diagnosticada una ETS. Para ello deben pedir consejo a los especialistas sobre cómo mantener sexo seguro.