El pasado 18 de mayo se anunciaba que el presidente Peña Nieto va a enviar una iniciativa al Congreso para aprobar el matrimonio homosexual en todo México. Ya es legal en algunos estados, pero la iniciativa del presidente pasa por equiparar este derecho a toda la población mexicana, sea del estado que sea. Mientras el matrimonio igualitario avanza, el derecho al aborto en México sigue peleándose….y sigue sin respuesta positiva…
Con el derecho al aborto en México ocurre al revés. Costó mucha presión, muchos años, muchas peleas políticas, muchos encarcelamientos injustos, mucha lucha feminista, para al fin conseguir despenalizar el aborto en Ciudad de México en 2007. Pero con un sólo estado donde es libre abortar no se consigue gran cosa, ni mucho menos podemos cruzarnos de brazos, ni podemos enorgullecernos.
No puede ser que en cada entidad federativa, se tengan algunos derechos y otros no. No puede ser que una mujer capitalina sea más libre que una mujer de otro estado. Es bastante contradictorio que llegue el progreso en forma de matrimonio igualitario para todo el país, y con el derecho de las mujeres a decidir si quieren ser madres o no, siga dependiendo del estado en el que se vive. ¿Cómo es posible que el progreso tenga varias medidas, o varias maneras de trabajarlo?
El derecho al aborto en México está en las manos equivocadas
En resumidas cuentas, el debate del derecho al aborto no se centra en la verdadera raíz del asunto. Éste sigue en manos de una ideología machista que quiere castigar a las mujeres a toda costa. Todavía es esta ideología, la que no desea para las mujeres las mismas libertades que para los hombres.
No es de extrañar, que después de aprobar el aborto libre hasta las 12 semanas en Distrito Federal, 16 estados endurecieron las penas para castigar el aborto, y cambiaron sus códigos penales. No es más que una respuesta enfurecida al ver mujeres que pueden ejercer libremente su derecho al aborto en México DF. Fue una reacción soberbia para decirles a las mujeres de los estados de Baja California, Morelos, Chiapas, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Yucatán; que no se vinieran arriba, que ellos iban a castigarlas duramente por lo que otras mujeres habían conseguido hacerlo con libertad.
Y hasta hoy, tenemos miles de mujeres de provincias, que han tenido que viajar a Ciudad de México, a la capital, a realizarse un aborto seguro y legal, para poder seguir haciendo su vida tal cual la habían planeado, para seguir con los estudios, para no tener más hijos y poder mantener a los que ya tienen… cada una sus razones, para ser libres de decidir.
Cuando un derecho se convierte en delito, toca seguir luchando
Numerosos colectivos feministas luchan a diario para que el derecho al aborto se homologue en todo México. Se defiende que lo que es un derecho, no sea castigado con razones ideológicas. Que lo que es un derecho para unas, lo sea igual para otras. Que no dependa de quién esté gobernando.
Los países donde el aborto es legal, recogen cifras más bajas de interrupciones del embarazo que en países donde está penalizado. Además, estas intervenciones son seguras, no conllevan peligro para las mujeres, y además se garantiza un mejor acceso a los anticonceptivos, es decir, los embarazos no planificados se evitan más fácilmente.
Toca seguir luchando por el progreso en México, por un progreso general, y no tomando unos ejemplos y otros no. Toca respetar la decisión de las mujeres. Toca educar a la población, toca concienciar.